Así lo dijo su hermana Magda, durante el sencillo y sentido homenaje que le hicieron en la estación del Transmetro que lleva su nombre.
Leer el articulo de Duvis Fernández G. en http://www.zonacero.info/
¿Por qué mataron a Alfredo Correa De Andreis?
Por las circunstancias que antecedieron el crimen, en particular por el montaje de los testimonios utilizados por la Fiscalía para su detención, en muchos quedó la impresión de que había existido complicidad de los organismos de seguridad del Estado.
Editorial de El Heraldo.
Lunes 23 de abril de 2007
Entre los innumerables asesinatos cometidos por los grupos paramilitares en el Atlántico y en Barranquilla, el del profesor Alfredo Correa De Andreis fue especialmente sensible.
Las razones fueron y son muchas. En primer lugar, se trataba de alguien muy reconocido por su mansedumbre, su talante pacífico y por su permanente actitud de concordia ante las controversias y enfrentamientos propios de la política.
En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, era, ante todo, un juicioso académico, dedicado a estudiar e investigar nuestra realidad socio-económica y sus principales problemas, no con fines proselitistas, ni mucho menos como parte de una militancia política armada.
No obstante lo anterior ser de amplio y público conocimiento, un buen día el profesor Correa De Andreis fue detenido y acusado de ser terrorista y de adoctrinar y reclutar a simpatizantes de la guerrilla.
Contra toda evidencia, sin embargo, en el expediente que se le abrió figuraron una serie de testimonios que daban cuenta de su supuesta participación en varias reuniones de las Farc, e incluso se señalaba el supuesto alias con el que era conocido dentro de esa agrupación.
Gracias a las gestiones ante la Fiscalía y a que esos testimonios se revelaron amañados, el profesor recobró la libertad, aunque siguió vinculado formalmente a la investigación.
Lo que ocurrió a continuación, según lo relatan muchas personas cercanas a él, fue la crónica de una muerte anunciada. Perplejo y asustado por la patraña de que era objeto, no sabía qué hacer ante las voces que le aconsejaban salir del país.
A comienzos de la tarde del 17 de septiembre de 2004 fue asesinado vilmente, junto con su escolta, en un crimen que conmocionó a la ciudad, el departamento y el país. Alguien le estaba notificando en forma macabra a la sociedad que la inteligencia, por muy pacífica que fuera, también sería objeto de exterminio.
Por las circunstancias que antecedieron el crimen, en particular por el montaje de los testimonios utilizados por la Fiscalía para su detención, en muchos quedó la impresión de que había existido complicidad de los organismos de seguridad del Estado.
Desde entonces, por lo que simbolizaba la dócil y decente figura de Alfredo Correa De Andreis, sus familiares, amigos y la sociedad en general no han dejado de reclamar que se esclarezca su dolorosa y sentida muerte.
Las cosas, al parecer, ya se empiezan a dilucidar. En el marco de las confesiones de la Ley de Justicia y Paz, el tristemente famoso ‘Don Antonio’ confesó el jueves pasado su participación en el magnicidio y confirmó que ‘El Gato’, actualmente prófugo, fue quien disparó el arma homicida.
Conocidos, pues, los responsables por confesión de parte, lo que sigue ahora es que la Fiscal encargada del caso los inquiera a fondo, para darle cabal respuesta a la pregunta que aún está sin responder.
¿Por qué mataron a Alfredo Correa De Andreis?
Las razones fueron y son muchas. En primer lugar, se trataba de alguien muy reconocido por su mansedumbre, su talante pacífico y por su permanente actitud de concordia ante las controversias y enfrentamientos propios de la política.
En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, era, ante todo, un juicioso académico, dedicado a estudiar e investigar nuestra realidad socio-económica y sus principales problemas, no con fines proselitistas, ni mucho menos como parte de una militancia política armada.
No obstante lo anterior ser de amplio y público conocimiento, un buen día el profesor Correa De Andreis fue detenido y acusado de ser terrorista y de adoctrinar y reclutar a simpatizantes de la guerrilla.
Contra toda evidencia, sin embargo, en el expediente que se le abrió figuraron una serie de testimonios que daban cuenta de su supuesta participación en varias reuniones de las Farc, e incluso se señalaba el supuesto alias con el que era conocido dentro de esa agrupación.
Gracias a las gestiones ante la Fiscalía y a que esos testimonios se revelaron amañados, el profesor recobró la libertad, aunque siguió vinculado formalmente a la investigación.
Lo que ocurrió a continuación, según lo relatan muchas personas cercanas a él, fue la crónica de una muerte anunciada. Perplejo y asustado por la patraña de que era objeto, no sabía qué hacer ante las voces que le aconsejaban salir del país.
A comienzos de la tarde del 17 de septiembre de 2004 fue asesinado vilmente, junto con su escolta, en un crimen que conmocionó a la ciudad, el departamento y el país. Alguien le estaba notificando en forma macabra a la sociedad que la inteligencia, por muy pacífica que fuera, también sería objeto de exterminio.
Por las circunstancias que antecedieron el crimen, en particular por el montaje de los testimonios utilizados por la Fiscalía para su detención, en muchos quedó la impresión de que había existido complicidad de los organismos de seguridad del Estado.
Desde entonces, por lo que simbolizaba la dócil y decente figura de Alfredo Correa De Andreis, sus familiares, amigos y la sociedad en general no han dejado de reclamar que se esclarezca su dolorosa y sentida muerte.
Las cosas, al parecer, ya se empiezan a dilucidar. En el marco de las confesiones de la Ley de Justicia y Paz, el tristemente famoso ‘Don Antonio’ confesó el jueves pasado su participación en el magnicidio y confirmó que ‘El Gato’, actualmente prófugo, fue quien disparó el arma homicida.
Conocidos, pues, los responsables por confesión de parte, lo que sigue ahora es que la Fiscal encargada del caso los inquiera a fondo, para darle cabal respuesta a la pregunta que aún está sin responder.
¿Por qué mataron a Alfredo Correa De Andreis?
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